jueves, 16 de mayo de 2013

El Rol del Trabajo Social


El rol del trabajador social.

No es necesario que todos los trabajadores sociales se conviertan en expertos en procesos de datos y administración. Pero la profesión de trabajo social va a necesitar algunos profesionales competentes en temas tales como análisis de sistemas y planificación, programación y manejo de bancos de datos que sean mediadores entre sus colegas menos preparados tecnológicamente y las exigencias de complejos sistemas de desarrollo. 


No es lógico que se deje el desarrollo del software específico para servicios sociales a los especialistas en informática o a otras profesiones extrañas al trabajo social. El trabajador social debe poder contribuir a definir las estructuras de los datos, es decir, a poner a punto el esquema conceptual de partida. 

En la práctica estará en relación con 3 interlocutores:

- Con los responsables del centro social para ayudar a la definición de la política de conjunto, y de los objetivos prioritarios.

- Con los analistas-programadores para el esquema conceptual y las aplicaciones prácticas.

- Con los usuarios para controlar la validez del proceso de informatización en tanto que tecnología de servicio y ayuda.


Hay otra razón por la que los trabajadores sociales debemos participar en el desarrollo de los procesos: impedir los abusos, influir en la aplicación de la informática y verificar lo que se puede y lo que se quiere hacer gracias a un programa.


Una protección activa, fundada en la responsabilidad, implica que los mismos trabajadores sociales podamos tomar posiciones e intervenir en todo el proceso de gestión de datos. Esto conlleva que los trabajadores sociales sepamos lo que es una base de datos, cómo se crea, cómo juntar en ella las informaciones, cómo modificarlas, protegerlas, suprimirlas...



Hemos de partir de una clara premisa: la informática jamás podrá suplir el trabajo cualitativo de un profesional. Sin embargo, bien utilizada, permite la utilización de datos cuantitativos y síntesis de datos cualitativos que nos permiten una rápida aproximación a la realidad, con todas las reservas que la utilización de estos datos exige. La interpretación de estos datos constituye el momento delicado del proceso.


El trabajador social tampoco puede ser sustituido en los aspectos de relaciones humanas, en la decisión personal, en la valoración de los hechos; pero sí puede serlo en la memorización de los datos que pueden ser recogidos de forma sistemática (bases de datos, estudios estadísticos...) y en otras actividades administrativas.

Es también transposición indebida de términos, la utilización de los recursos como 'finalidad' del Trabajador Social, olvidando su carácter simplemente instrumental y de apoyo, aunque muchas veces se hagan éstos imprescindibles para la mejor orientación de los problemas. No se trataría sólo de ofrecer 'cosas', sino de AHONDAR EN LA VERDADERA RAIZ DE ESOS PROBLEMAS Y EN LA NECESARIA RELACIÓN CON LAS PERSONAS A QUIENES SE PRETENDE ATENDER, TAREA QUE NO PODRÁ REALIZAR EL ORDENADOR


miércoles, 15 de mayo de 2013

Un Reto para el Trabajador Social


LA INFORMATICA, UN RETO PARA EL TRABAJADOR SOCIAL



Hacia la superación de los estereotipos.

Al referirnos al papel y, especialmente al uso que los trabajadores sociales podemos hacer de la informática, nos enfrentamos a una serie de estereotipos que es conveniente aclarar: 


- El trabajo social está reñido con las máquinas: los ordenadores son instrumentos; no son positivos ni negativos, todo depende de cómo se utilice.

 - Informatizar el trabajo es burocratizarlo: El trabajo social en todos sus aspectos utiliza básicamente información. La informática es el medio de la manipulación de la información y por lo tanto, poniéndola al servicio del hombre debe contribuir a reducir en gran medida la burocratización y eliminar procesos innecesarios.

 - Introducir datos confidenciales en un ordenador es peligroso, ya que la información queda desprotegida: Es muy difícil acceder a los datos si están bien protegidos. Es más fácil acceder al papel que al ordenador.


En conclusión, el trabajo social no puede quedar reducido en unos parámetros de validez histórica solamente, sino que es preciso que se sitúe en la dinámica actual del 'ahora' y 'aquí' y ello quiere decir también no quedar cerrado a los nuevos recursos tecnológicos.



La aparición de una nueva herramienta de trabajo.

La informática puede mejorar las informaciones, las orientaciones y las ayudas concretas. Los servicios definidos con precisión por la ley, tales como las ayudas materiales, pueden ser fácilmente informatizados de suerte que el usuario tenga acceso a las informaciones bien directamente o por medio del trabajador social y que su demanda pueda ser tratada concienzuda y rápidamente.


En el campo del trabajo social el impacto de la informática es mucho mayor de lo que muchos profesionales se encuentran dispuestos admitir, y su uso y canalización dependerá solamente de nosotros, ya que introducir el ordenador no debe nunca desplazarnos o sustituirnos en el objetivo de nuestra disciplina, si así ocurriera es porque estábamos equivocados de camino. Debe ser el ordenador un mero instrumento de trabajo, que en ningún momento suplantará la base de la actividad profesional: el 'encuentro cara a cara'. 



Estamos pues ante una nueva herramienta de trabajo, que nos puede ofrecer:

 A.- UNA MAYOR EFICIENCIA:

Una de las funciones principales del trabajador social es la de informar y asesorar a los usuarios. Los problemas sociales aumentan en número y complejidad, y paralelamente los servicios sociales (se multiplican las reglamentaciones, las organizaciones se hacen cada vez más complejas...). El conjunto de las informaciones aumenta considerablemente año tras año, y ésta ya no puede tratarse de forma eficiente con los medios tradicionales.

Se trata de utilizar la información sobre las necesidades y riesgos de la población para mejorar la gestión y creación de recursos y adecuar mejor los ya existentes.


B.- LA POSIBILIDAD DE 'CREAR':

Por otro lado, para que una ciencia avance son necesarios tiempos de lectura, de discusión, de evaluación, de reflexión e investigación, de supervisión conjunta de las acciones,etc, en definitiva actividades para las que es necesario un tiempo, y la implantación de la informática debe permitirnos disponer de esta nueva posibilidad.